Tipos de grillos empleados en las granjas de insectos

En nuestro planeta, el número de seres humanos que habitan en él, continúa creciendo de una forma imparable; por otro lado, los recursos naturales de la tierra, tal cual los conocemos, son limitados y finitos. Estas dos certezas nos conducen a una conclusión casi matemática, sobre la necesidad de encontrar nuevas fuentes de proteínas, hierro, calcio, … para poder seguir alimentando a la población. Entre estas nuevas fuentes encontramos la alimentación a partir de insectos.

La ciencia ha demostrado que la entomofagia, los insectos comestibles, ofrecen uno de los aprovechamientos más eficientes y que son una rica fuente de proteínas indispensables para la vida de los seres humanos y de los animales. En concreto en este artículo queremos hablaros de los grillos: los diferentes tipos, sus características y sus propiedades nutritivas.

🦗 ¿Qué grillos se utilizan en las granjas de insectos?

De entre todos los grillos que existen: grillos topo, grillo común, grillo negro o grillo de campo africano (Gryllus bimaculatus), hay algunos más usuales, en las granjas de insectos, que otros. A continuación vamos a analizar en profundidad los más utilizados:

 

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Gryllus assimilis o grillo de campo de Jamaica

Su tamaño oscila entre 9 y 25 mm, lo que la hace una de las especies de grillos más grandes criadas en cautividad. Las hembras tiene un tamaño superior al macho, aunque estos tienen mayores las alas posteriores. Su color cambia de joven a su edad adulta, de color negro oscuro a color marrón. Sus antenas representan casi la mitad de la totalidad de su cuerpo.

Otra destacable diferencia según su género es que las hembras no emiten sonidos y los machos sí. Se ayuda de las patas traseras y patas delanteras para generar el sonido.

Su ciclo de vida va de 1,5 hasta los 4 meses de vida, dependiendo en gran medida de la temperatura ambiental en la que se desarrolle, la ideal es de 20 a 30ºC y evitando su exceso de humedad; su dieta es omnívora y tiene una gran capacidad reproductiva, ya que una hembra puede producir cerca de 3000 huevos anuales.

Si hablamos de él como fuente alimenticia, debemos destacar que más del 60% de su peso en seco, es proteína; otros porcentajes en su composición son 2,8% de minerales, 4,8% de fibra, 7,8% de carbohidratos, 0,7% de fósforo, 0,4% de calcio, … todo ello, sumado a la escasa resistencia que pone ante su consumo, los convierte en una de las especies más nutritivas y más utilizadas como alimento.

Acheta domesticus o grillo doméstico

El Grillo doméstico es una de las especies que más se emplean para la cría en granjas de insectos, especialmente para su comercialización como alimento vivo. Puede llegar a medir 30 mm. cuando son adultos; su composición corporal es esbelta y como ocurre con el otro tipo de grillos del que hemos hablado anteriormente, la hembra es de mayor tamaño que el macho; este tipo de grillo producen un sonido, de volumen elevado, muy característico y reconocible.

Esta especie aporta un 62% de proteína en seco, a lo que hay que sumar un 30% de grasa, un 3% de minerales (cenizas), un 5% de fibra y hasta un 8% de carbohidratos. Lo que convierte a esta especie de grillo en una de las más solicitadas por su riqueza nutricional como alimento, tanto humano como animal.

De entre todos los tipos de grillos estos dos son los más utilizados como cría en las granjas.

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✅ ¿Por qué la cría de grillos y otros insectos crece cada día?

Desde la antigüedad, la entomofagia o ingesta de insectos, aunque en occidente pueda ser un taboo o causa de rechazo, ha sido una práctica muy extendida por multitud de países africanos, latinoamericanos y asiáticos. El descubrimiento del valor nutricional  de estos animales han hecho que se empiecen a considerar como una interesante, rentable y eficaz fuente de los elementos necesarios en la alimentación tanto de personas como de animales.

 

 

Las razones son muy claras: los insectos tienen una mayor ganancia media diaria (GMD) ya que emiten una menor cantidad de gases de efecto invernadero (GEI) que los cerdos y que el ganado bovino. 

Lo mismo ocurre con la producción de CO2 por kg de peso metabólico y por kg de ganancia de masa; siendo mucho más eficaz en la conversión del alimento, y con la producción de amoniaco, siendo mucho menor en los insectos. Esta rápida conversión de sustratos de desecho en biomasa, se convierten en un elemento ideal para la alimentación de animales (peces, aves, reptiles, mamíferos), aportándoles una fácil digestión.

Si hablamos en concreto de los grillos, requieren seis veces menos cantidad de alimento que las vacas, un 25% menos que las ovejas y dos veces menos que los cerdos y pollos, para producir la mismas proteínas. Estas proteínas tienen una gran calidad, al igual que las vitaminas y lo aminoácidos que aportan.

Si estas razones han sido suficientes y estás pensando en apostar en uno de los negocios más rentables del futuro, en Proteinsecta te asesoramos desde el primer momento sobre cómo hacer una granja de insectos y convertirlo en un negocio rentable.

 

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